Evolución de la salud mental en las organizaciones

Este artículo está contenido en la serie ’15+15: Miradas sobre la gestión psicosocial’ realizada por el Consejo Asesor Técnico Internacional con motivo del 15 aniversario de Affor Health. Puedes encontrar el documento íntegro en este link.

Actualmente se está dando mucha importancia a la salud mental y el bienestar psicosocial en los entornos de trabajo, y efectivamente, es de vital importancia gestionar correctamente este tema en el ámbito laboral, pero ¿las empresas lo hacen por interés genuino o por puro postureo?

La salud mental de las personas fluctúa a lo largo de su vida, pasando por periodos mejores y por periodos de dificultades, donde esta puede verse comprometida y presentar alguna alteración.

En los entornos laborales se ha demostrado científicamente que una buena salud psicosocial de los empleados es determinante de su buen desempeño profesional, teniendo beneficios no solo para la persona trabajadora, sino también para la organización, mejorando la calidad de las relaciones entre compañeros y entre empresa – trabajador, dotando de mayor confianza y engagement a la persona, disminuyendo el riesgo de accidentes de trabajo, aumentando la productividad, reduciendo la rotación del personal y mejorando el clima laboral, entre otras.

Por este motivo, en los últimos 15-20 años las organizaciones, cada vez más, juegan un papel relevante en mantener en niveles óptimos la salud de las personas que trabajan en ellas, no solo ocupándose de la salud física, sino también de la psicológica, social y financiera.

¿Qué medidas han tomado las empresas en estos últimos 15 años para mejorar el bienestar de sus trabajadores?

Hasta ahora las acciones que proponen las empresas para aumentar el bienestar de las personas y favorecer la fidelización del talento se han centrado en:

Ofrecer beneficios de salud y bienestar, como planes de pensiones, seguros médicos, cheques guardería o de comida, programas de nutrición, actividad y/o descanso, etc.
Favorecer la flexibilidad de jornada para mejorar la conciliación laboral-personal, como ajustes en horarios de entrada y salida, días de teletrabajo, permisos por cuidado de familiares, etc.
Fomentar una cultura positiva de trabajo, mayor autonomía al empleado, mejorar la comunicación, aumentar la confianza, celebrar los logros compartidos y reconocimiento del desempeño de los trabajadores.
Ofrecer planes de desarrollo y promoción a las personas creando un plan de carrera profesional atractivo y motivador.
Ofrecer programas de salud emocional, terapia o asesoramiento on line, formaciones sobre expresión emocional, resolución de conflictos, comunicación y liderazgo y talleres de mindfulness, risoterapia, etc.
Garantizar un ambiente de trabajo seguro y sano, diseños ergonómicos de los puestos de trabajo, espacio limpio, ordenado y bien ventilado, herramientas y equipos adecuados y formación continua sobre las funciones a desarrollar y sobre seguridad y salud.

¿Qué se espera en los entornos laborales en las próximas décadas? ¿Cómo evolucionará el bienestar en las organizaciones?

Con la incorporación al mercado laboral de las nuevas generaciones, actualmente la generación Z y dentro de pocos años, la generación Alpha, las empresas tendrán que adaptar sus propuestas de bienestar a las demandas de las personas que componen estas 2 generaciones, pero sin descuidar a las que van a coexistir con ellas, los millennials y buena parte de la generación X.

En los próximos años no va a ser suficiente programas de salud emocional, planes de carrera profesional o conciliación laboral-personal, la propuesta a futuro para prevenir las alteraciones de la salud mental va a requerir el compromiso por parte de las organizaciones de tener una cultura y unos valores acordes con el bienestar de los empleados. El apoyo de la dirección y de los CEOs va a ser fundamental para que las empresas lideren con consciencia y compromiso que los entornos laborales sean seguros y saludables.

Las propuestas para los próximos 10 años deben de incluir:

Transformación cultural para promover una cultura de bienestar dentro de las organizaciones que incluya unos valores, visión y misión acorde a la prevención de riesgos psicosociales y a la eliminación o disminución de alteraciones relacionadas con la salud mental.
Compromiso de los niveles más altos de liderazgo donde se deben sentar las bases para integrar esa cultura de bienestar emocional como prioridad estratégica. Cuando la dirección está realmente comprometida, no solo actúa como modelo a seguir, sino que también garantiza que los esfuerzos por promover la salud mental sean coherentes, sostenibles y eficaces.
También es importante que todas las herramientas, protocolos y medidas que se lleven a cabo en la organización sean útiles y estén alineados con la realidad específica de dicha organización. No existe una única solución, cada empresa tiene su propia misión, estructura y necesidades y por eso, es fundamental diseñar estrategias personalizadas que respondan a los desafíos concretos de cada entorno laboral.
Normalizar y des estigmatizar las alteraciones de salud mental ya que en los espacios donde se habla con normalidad de estas dificultades, las personas se sienten más libres y con más confianza para expresar sus preocupaciones sin miedo a juicios y solicitar ayuda en momentos tempranos de detección de signos de alarma.
Establecer protocolos claros de gestión de ITs por patologías de carácter psicosocial, dar formación a los lideres para detectar dificultades o conflictos entre sus colaboradores e implementar programas de acompañamiento y apoyo al empleado en salud emocional, social y financiera.

Con todas estas intervenciones tendremos lugares de trabajo donde las personas podamos desarrollarnos y tener un nivel de bienestar optimo, además de orgullo de pertenencia a la empresa que cuida de nuestra SALUD.