Protocolo de acoso y/o conflicto
¿Cómo implantar un protocolo de acoso y/o conflicto en la organización?
El acoso laboral es un riesgo psicosocial que debe ser prevenido, detectado y, en caso de ser diagnosticado, erradicado. Dotar a la organización de un buen protocolo conjunto de resolución de conflictos y acoso (o violencia) laboral se está revelando como una de las medidas más efectivas en la prevención y en el tratamiento de este riesgo laboral de tipo psicosocial.
El Protocolo pone a disposición de los miembros de la organización un cauce procedimental que permite canalizar las denuncias y quejas con las debidas garantías de sumariedad, imparcialidad y confidencialidad, y propiciar una solución justa del conflicto.
Beneficios
Las principales ventajas del protocolo conjunto de resolución de conflictos y acoso (o violencia) laboral son:
- Se ofrece a los trabajadores un cauce para el tratamiento y solución de los conflictos surgidos entre ellos en el seno de la organización, minimizando el riesgo de que un porcentaje alto de esos conflictos termine convirtiéndose en algo más serio o en una situación de acoso.
- Hay un único procedimiento para canalizar todas las quejas o denuncias de los trabajadores.
- Se evita que el trabajador tenga que calificar los hechos con antelación a la elección del procedimiento, pues hay un único procedimiento.
- Será el órgano competente el que decida a la vista de estos hechos si es posible solucionar el problema en la fase de resolución de conflictos o bien pasa directamente a la fase de investigación.
- El procedimiento puede acabar en la fase de resolución de conflictos, con intervención de un mediador, mediante un acuerdo alcanzado por las propias partes implicadas.
- Se evita el desgaste y el daño moral y psicológico que provoca en las partes implicadas un procedimiento por acoso.