¿Siempre te falta tiempo y estás agobiado porque te quedan mil cosas por hacer?,
¿dedicas demasiado tiempo al trabajo y no te cunden las horas?, ¿te sientes estresado en tu día a día y no sabes qué hacer para ganar tiempo?
Sin extendernos demasiado (hay que optimizar el tiempo) vamos a analizar los motivos por los que perdemos horas y horas en el trabajo o en la vida diaria, sin llegar a alcanzar nuestros objetivos. Luego, plantearemos unas pautas para optimizar tu tiempo y poder disfrutar de tus logros profesionales y familiares, además de disfrutar de un merecido descanso.
Dedicamos gran parte de nuestra vida a trabajar, a resolver conflictos familiares o mantener nuestro hogar. Sin embargo, siempre queda la sensación de que podías haber hecho más o que te falta tiempo para acabar determinadas tareas. Es cierto, perdemos gran parte del tiempo en pequeñas cosas que nos alejan de nuestros objetivos. Esto genera un importante estrés y aumenta nuestra sensación de ansiedad, lo que a su vez frena la consecución de dichos objetivos y puede suponer una disminución en nuestra autoestima, dificultades para conciliar el sueño, malestar y un aumento de la agresividad, llegando incluso a una baja laboral, un despido, y un largo etc. Todo ello por no saber gestionar nuestro tiempo.
Las personas que saben organizarse y optimizar el tiempo son las que triunfan en la vida profesional y personal. Se conocen bien y conocen sus prioridades, tienen unos objetivos claros y optimizan el tiempo para conseguirlos. De esta forma, disfrutan de un mejor trabajo, mayor facilidad para alcanzar sus logros, más tiempo para el descanso, una autoestima mayor, mejores relaciones sociales y familiares, mejor calidad de vida, y son, en definitiva, más felices.
¿Cómo puedo optimizar mi tiempo para tener éxito y, por tanto, ser más feliz?
La gestión del tiempo depende de nosotros mismos y de nuestros hábitos, no se trata de fuerza de voluntad, sino de organizarnos y controlar aquellos estímulos que nos distraen. Para hacerlo de forma adecuada es necesario que tengamos claros los objetivos que queremos alcanzar y que estos sean razonables, proponer las actividades que queremos realizar para lograrlos y saber priorizar, dedicando nuestros esfuerzos a una tarea cada vez, posponiendo el resto, sin prisa pero sin pausa.
Además de esto, es necesario tener en cuenta una serie de pautas para optimizar el tiempo:
- Crear una rutina realista, con metas a largo plazo y objetivos diarios que se dividan en pequeñas metas. Ajustando el plan de forma regular, revisando si cumplimos los objetivos, buscando donde está el problema y proponiendo soluciones.
- Tener una agenda y organizarla, tratando de delimitar el tiempo para cada actividad y cumplir los horarios establecidos. Ajustar la agenda al final del día.
- Evitar las redes sociales. A la hora de enfrentarnos a una tarea debemos evitar la distracción que suponen mirar el correo electrónico, tener el teléfono cerca o sumergirte en las redes sociales con la excusa de que será una mirada breve. Dediquemos un tiempo establecido para todo esto en horario de descanso y como refuerzo personal por los objetivos cumplidos.
- Acotar reuniones. Es necesario que pongamos una hora de comienzo y de final a las reuniones, además de un orden del día, para no extendernos horas y horas en reuniones sin objetivos claros que terminan en charlas sin conexión con nuestros objetivos.
- Ser flexible en la consecución de los objetivos, ya que siempre surgen imprevistos que complican retrasan las tareas y dificulta los objetivos por lo que generan estrés y nos bloquean, haciéndonos perder más tiempo y, por tanto, generando mayor ansiedad. Debemos tener presentes que hay que elegir distintas tareas, objetivos intermedios y cambiar de estrategias cuando sea necesario. Ser flexible es adaptarse.
- Manejar el estrés. Aparecerá de forma inevitable y tenemos que saber controlarlo mediante sencillas técnicas de relajación que podemos aprender en el curso de herramientas de prevención y gestión del estrés , para afrontar las tareas con garantías de éxito.
- No procastinar. Hay que seguir la agenda procurando resolver las cuestiones día a día, no dejando para mañana lo que puedas hacer hoy. Puede que te interese este curso.
- Aprender a decir no. Así impediremos que nuestros deseos inmediatos, o los de las personas que nos rodean, nos desvíen de nuestro objetivo concreto. De esta manera evitaremos interrupciones que nos alejan de las metas y socavan nuestro ánimo para lograrlas.
- Sistematiza tu trabajo. Dedica tiempo a organizar lo que haces día a día y las herramientas que usas a menudo, te será útil recuperarlo cada día y ahorrará tiempo a largo plazo. Analizarnos y conocer cuáles son las horas en las que rendimos mejor para cada tarea también es importante.
- Descansar es necesario. Tómate un pequeño descanso para beber agua, estirar las piernas o tomar el aire cada dos horas. Desconecta de las obligaciones cada cierto tiempo para retomarlas con mayor energía y motivación. Recuerda aquel leñador que cada día dedicaba más tiempo a cortar árboles y cada día conseguía menos leña porque nunca paraba a afilar su hacha.
En definitiva, conocerse y gestionar bien el tiempo, nos ayuda a lograr nuestros objetivos personales y profesionales, haciendo, por tanto, que seamos más felices.
“El tiempo no es oro, el oro no vale nada. EL TIEMPO ES VIDA”
J.L Sampedro.
Convencidos de que las personas son la pieza fundamental de toda organización, nuestro objetivo es cuidar la salud psicosocial de los trabajadores y lograr entornos laborales saludables acompañando a los servicios de prevención en esos procedimientos para mejorar la calidad de vida laboral de los trabajadores y aumentar la eficiencia de las empresas.