A raíz de la crisis sanitaria por COVID19 y el fomento del teletrabajo se ha puesto de manifiesto aún más la necesidad de esa conciliación “real”, que se presenta siempre como asignatura pendiente.
El resultado ha tenido una doble lectura: positiva, para aquellas situaciones en las que ha permitido la conciliación, es decir, compatibilizar las tareas familiares y domésticas con las laborales; y negativa, cuando no se ha equilibrado la balanza, y el hecho de compartir espacio y tiempo de trabajo con la familia y las distracciones, ha generado en muchos trabajadores sintomatología de estrés y ansiedad.
El peso del rol de género
Parece además que hay una figura clave perjudicada: la mujer, que se ha visto sobrecargada en la difícil misión de poder compatibilizar esta doble presencia. En ese sentido, los resultados de la encuesta “Esto no es conciliar” realizada por el Club Malasmadres, con una muestra de 12.600 mujeres, revelan datos significativos:
– El 67% de las encuestadas no han podido concentrarse mientras trabajaban en casa en el período de confinamiento.
– 7 de cada 10 no tenían un espacio propio para trabajar.
Si bien es cierto que esto ha influido en ambos miembros de la familia parece haber incidido más negativamente en la figura de la mujer.
¿Cómo afecta la doble presencia?
Esta doble jornada es un factor de riesgo para la salud determinado por las dificultades de responder a las demandas de trabajo asalariado y doméstico cuando aparecen de manera simultánea.
La doble presencia hace que las personas se saturen y puede generarles malestar físico y psicológico debido a la dificultad que supone estar mental y físicamente gestionando las tareas domésticas y familiares junto con la actividad laboral, pudiendo desarrollar sintomatología de estrés y fatiga.
Por el contrario, cuando los trabajadores son capaces de compatibilizar ambas exigencias de manera adecuada, repercute positivamente en su salud, en las relaciones con su entorno personal y laboral, en su rendimiento, en su implicación y sentimiento de pertenencia a la empresa por facilitarle la ayuda necesaria, etc.
#SePuedePrevenir
¿Cómo intervenir desde las organizaciones para promover la conciliación laboral?
Algunas medidas para favorecer la conciliación desde las empresas podrían ser:
- Flexibilidad horaria o posibilidad de desarrollar parte de las horas semanales de trabajo en modo de teletrabajo.
- Jornada intensiva en los meses de verano y vacaciones escolares.
- Posibilidad de reducción de jornada para ambos progenitores, días de permiso por enfermedad/médico de familiar, etc.
- Servicio de guardería en la empresa o ayudas para las mismas.
- Posibilidad de excedencia o días de permiso sin sueldo en períodos vacacionales (por ejemplo, vacaciones de verano en centros educativos).
- Diseño de un plan de reincorporación al puesto tras bajas o excedencias por maternidad/paternidad.
- Ayuda a la dependencia/discapacidad de familiares de empleados.
#DíaMundialDeLaSaludMental #CuidarLaSaludPsicológicaNoEsUnaOpción
#PrevenirEsNuestraResponsabilidad
Convencidos de que las personas son la pieza fundamental de toda organización, nuestro objetivo es cuidar la salud psicosocial de los trabajadores y lograr entornos laborales saludables acompañando a los servicios de prevención en esos procedimientos para mejorar la calidad de vida laboral de los trabajadores y aumentar la eficiencia de las empresas.