Riesgos psicosociales y salud mental en el trabajo

grupo de personas frente a un ordenador

Los factores psicosociales en el trabajo

Una de las definiciones más extendidas sobre los Factores Psicosociales, es la definición del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo (INSST) en su nota técnica NTP443: Factores psicosociales, metodología y evaluación. En la misma señala que los factores psicosociales son “aquellas condiciones presentes en la situación laboral y que se encuentran directamente relacionadas con la organización del trabajo, el entorno social, el contenido del trabajo y la realización de la tarea, y que tienen la capacidad de afectar al desempeño del trabajo y la salud de la persona trabajadora”.

Ahora bien. La posibilidad de que un factor psicosocial tenga la capacidad de afectar a la salud y el bienestar de las personas viene determinada por múltiples aspectos. De este modo, podemos afirmar que, si un determinado factor psicosocial se encuentra alineado con las capacidades, expectativas y necesidades de la persona, éste se percibe de forma positiva y promueve la salud psicosocial de la misma (favoreciendo o mejorando los niveles de satisfacción y bienestar de la persona).

Por el contrario, si un factor psicosocial, no se encuentra bien adaptado a las necesidades y expectativas de la persona (habitualmente debido a una inadecuada gestión en la organización), se vive en forma de amenaza o pérdida para la misma (debido la percepción negativa de la persona sobre su situación). Es entonces, cuando el factor psicosocial, se convierte en un riesgo psicosocial, con capacidad de causar un daño a la salud bio-psico-social de las personas trabajadoras (en mayor o menor probabilidad, de forma directamente proporcional al desequilibrio percibido por las personas entre sus expectativas y la realidad percibida).

Aunque igualmente, existen muchas definiciones de los riesgos psicosociales en la actualidad, podemos definir, de acuerdo con la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) que los riesgos psicosociales son “aquellos aspectos del diseño, organización y dirección del trabajo y de su entorno social que pueden causar daños psíquicos, sociales o físicos en la salud de los trabajadores”. Esta definición implica tener en cuenta, no sólo la salud física de los trabajadores, sino también la salud psicológica y social como consecuencia a un mal diseño del puesto de trabajo, capaz de impactar en la salud de la persona a todos los niveles.

Los riesgos psicosociales más representativos son: el estrés laboral, la violencia o conflictos en el lugar de trabajo y la sobrecarga de trabajo, representando las tres áreas (bio-psico-social) de posibles daños a la salud.

Factores psicosociales > Factores de riesgo > Riesgo > Enfermedad

Los factores psicosociales en sí mismos, no representan un peligro para la salud. Sin embargo, cuando estos factores se encuentran mal organizados o dimensionados, pueden percibirse de forma negativa por las personas y entonces, es cuando se convierten en factores de riesgos de riesgos psicosocial que pueden dar lugar a los riesgos psicosociales, con capacidad de afectar negativamente la salud.

A su vez, y si estos riesgos psicosociales, con potencial capacidad de causar daños a la salud, no son manejados (de forma que se eliminen o reduzcan sus posibles efectos negativos), es probable que, en un espacio de tiempo determinado, provoquen una afectación en la salud de las personas que se encuentran sometidos a los mismos. Las posibilidades de que esto suceda dependen de múltiples factores. Estos factores pueden estar asociados de forma directa a las características de los riesgos psicosociales (intensidad, frecuencia, duración de los mismos y sus efectos) o bien, estar relacionados con la interpretación y gestión de los mismos por parte de las personas, por lo que también dependen de factores individuales.

Por otra parte, si los efectos de los riesgos psicosociales existentes en una parte de la organización (en uno o varios puestos de trabajo, áreas o departamentos), no son gestionados para reducir o eliminar sus posibles efectos negativos, estos riesgos tienden a extenderse en toda la organización y por consiguiente, hacia las personas que la forman; en estos casos, aumenta la probabilidad de que los riesgos psicosociales pasen a materializarse en daños a la salud, como consecuencia del mantenimiento en el tiempo de estas condiciones negativas, de forma continuada.

Los daños a la salud más habituales, están relacionados con el efecto que causa el estrés en el organismo de las personas, a largo plazo: en los primeros momentos, se experimenta en forma de insatisfacción laboral, que deriva paulatinamente en agotamiento, depresión y/o ansiedad (o estrés laboral). Este último, es el riesgo psicosocial más frecuente y que afecta de forma más global en las personas, porque actúa como respuesta general del organismo ante las dificultades de adaptación de la persona, debido a la exposición de forma prolongada a los riesgos psicosociales existentes en su ambiente laboral.

Cómo afectan los riesgos psicosociales a nuestra salud

Como hemos visto, los riesgos psicosociales que no son adecuadamente gestionados pueden afectar a nuestra salud en forma de enfermedades o trastornos físicos, psicológicos o psicosociales, debido a la exposición continuada a ambientes laborales estresantes.

De forma general, pueden establecerse los efectos de los riesgos psicosociales sobre la salud en dos ámbitos principales: la salud psicológica y social (síndrome de estar quemado, depresión, ansiedad, problemas relacionales, etc.) y la salud física (trastornos musculoesqueléticos, enfermedades del sistema nervioso, enfermedades del sistema inmunitario).

No obstante, los efectos del estrés laboral sobre la salud pueden causar trastornos físicos y psicológicos de cualquier tipo: gastrointestinales; cardiovasculares; endocrinos; dermatológicos (aparición de urticarias); adicciones (alcohol, tabaco, drogas); trastornos del sueño; sexuales y de la conducta (hipersensibilidad a las críticas, mal humor, bloqueos mentales, etc.) ya que implican la respuesta de múltiples sistemas del organismo (principalmente, los sistemas endocrino, nervioso e inmunológico).

Detectar de forma temprana los riesgos psicosociales existentes en la organización, se convierte así en una obligación legal, pero también ética y social, debido a las importantes consecuencias negativas que produce sobre la salud de las personas a nivel individual y colectivo, dentro de la sociedad.

El factor humano como factor de riesgo psicosocial

No obstante, y aunque determinadas características presentes en el entorno laboral, pueden suponer un riesgo psicosocial en sí mismo, debemos tener siempre en cuenta el factor individual. Las características de la persona, su actitud, expectativas, historia previa, condiciones psicofisiológicas, etc., son factores que pueden actuar como elementos de protección o de vulnerabilidad frente a los riesgos psicosociales y su capacidad de afectar a la salud de la persona en concreto.

Tener en cuenta la importancia del factor humano dentro de la gestión de los riesgos psicosociales, nos abre la posibilidad de actuar desde una doble vertiente, dentro de la prevención de riesgos laborales en las organizaciones. Por un lado, actuando sobre los riesgos psicosociales en sí mismos, mediante programas de intervención primaria, secundaria o terciaria, tras su detección dentro de los diferentes procesos de evaluación de riesgos laborales. Por otra parte, podemos también trabajar con las personas, aumentando sus capacidades individuales de afrontamiento del estrés y también dentro de los programas de intervención para la eliminación o reducción de los riesgos psicosociales en la empresa.

Nuestra visión es que ambos enfoques deben tenerse en cuenta y ser complementarios, para una óptima intervención psicosocial en la organización. Integrar ambas perspectivas en los procesos de evaluación de los riesgos psicosociales, nos conducirá hacia una mejor comprensión de la realidad psicosocial de la Organización, una más adecuada planificación de medidas preventivas y una implementación más eficaz e integral de la prevención de los riesgos psicosociales dentro de las empresas.

*Artículo escrito por Ana Roblas, consultora psicosocial en Affor Health.

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