Riesgos Psicosociales y nuevas tecnologías
Centrados en todo, concentrados en nada
Escuché esta frase hace unos meses en una noticia del telediario referida a la dispersión que nos producen las nuevas tecnologías (NNTT). Me pareció una buena forma de expresar un fenómeno que afecta cada vez a más personas y que tiene que ver con nuestra manera de manejar la extensa información de la que disponemos y con las consecuencias que la tecnología de la información tiene en nuestra manera de trabajar.
Es cierto que, en el momento actual, parece impensable trabajar sin todas esas ayudas que nos proporcionan las NNTT. Las ventajas son evidentes: la cantidad de información a la que podemos tener acceso, la rapidez con la que podemos comunicarnos con cualquiera en cualquier parte del mundo, el ahorro de tiempo y desplazamientos, la mayor autonomía que implica la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar…
Sin embargo, tenemos que ser conscientes de que estas ventajas implican también cambios a nivel psicológico en la manera en la que afrontamos la realidad, cambios en la forma en que nos relacionamos y cambios laborales que pueden implicar nuevos riesgos psicosociales.
Cada vez con más frecuencia dejamos de ejercitar la memoria, confiando los datos que necesitamos a las memorias electrónicas. Conozco mucha gente capaz de recordar el número de teléfono de una anciana tía-abuela a la que no llama hace veinte años, pero que no saben de memoria del número de móvil de sus hijos. La explicación es sencilla: el primero lo almacenaron en la memoria desde la infancia, mientras que el móvil del hijo lo metieron desde el primer día en la memoria de su teléfono y no han tenido que marcarlo jamás.
A nivel social, es obvio que la introducción de las nuevas tecnologías en nuestras vidas ha supuesto un cambio importante. La cada vez más frecuente sustitución de las relaciones cara a cara por “relaciones virtuales” conlleva una disminución del apoyo social, la despersonalización de las relaciones y el desuso de habilidades sociales. Además, fomenta cierta impunidad en las relaciones inter-personales. A nivel laboral nuestra forma de trabajar está cambiando. Hace unas pocas décadas tenías que redactar unos documentos a máquina y debías finalizar uno antes de iniciar el siguiente. Sin embargo, con la aparición de los ordenadores, podemos tener varias tareas abiertas simultáneamente e ir cambiando de una a otra. El aparente ahorro de tiempo que supone el procesamiento en paralelo de la información, ha hecho que generalicemos esta manera de trabajo a todas las áreas de nuestra actividad. Es lo que se conoce como el Síndrome de Windows (ventanas) o multitasking, y puede afectar a largo plazo a la memoria y la concentración.
Por otra parte, los tiempos de espera, los fallos en la red, la necesidad de utilizar programas que no se dominan, etc. son otros tantos factores que nos provocan niveles elevados de ansiedad y nos afectan a nivel psicológico.
La mayor capacidad de los ordenadores, la fibra óptica y otros avances similares, implican cada vez mayor rapidez en la respuesta. Esto aumenta nuestro nivel de exigencia y nuestra intolerancia a los tiempos de espera, generando ansiedad y disminuyendo la tolerancia a la frustración. A esto se añade la rapidez con que cambian las tecnologías, que exige al trabajador un esfuerzo de aprendizaje y reciclaje continuo y, en muchas ocasiones, puede originar sobrecarga mental.
Los cambios que supone la introducción de las NNTT son ampliamente conocidos. Quizás el más llamativo es la desaparición de la división entre tiempo de trabajo y tiempo de uso personal. El correo electrónico, el Whatsup, Skype,… y la posibilidad de estar siempre conectado a través de los teléfonos móviles, hace que en muchas ocasiones no existan horarios y los trabajadores estén disponibles casi 24 horas al día.
Asimismo, factores como la comunicación en la empresa, el control ejercido sobre el trabajador, el ritmo de trabajo, etc. se ven también afectados en los trabajos que dependen de la utilización de las nuevas tecnologías.
En los últimos años se ha acuñado el término “Tecnoestrés” para referirse al estrés que genera la utilización de las NNTT. Esto no significa que todos los usuarios de nuevas tecnologías acaben padeciendo este tipo de estrés. Como en todos los riesgos psicosociales, los recursos de afrontamiento que posee cada persona van a ser fundamentales para la aparición o no del problema. La “Tenoadiccción”, la “Tecnoansiedad” y la “Tecnofatiga”, aparecen también en la literatura como problemas emergentes derivados de la inadecuada interacción de los trabajadores con las nuevas tecnologías.
Desde los servicios y departamentos de Prevención de Riesgosdebemos ser conscientes de la aparición de todas estas nuevas problemáticas psicosociales, evaluar su posible presencia en la empresa y aplicar medidas preventivas encaminadas a proteger a los trabajadores de sus consecuencias.
Medidas de Prevención de Riesgos
En este sentido, las medidas deben empezar por un adecuado diseño del puesto de trabajo, tanto a nivel ergonómico como informático. Dotar a los trabajadores de condiciones ambientales adecuadas para el tipo de trabajo que realizan (iluminación, ruido, temperatura,..) y proporcionarles equipos y programas adecuados a sus necesidades y tareas, son las bases fundamentales para la prevención primaria de estos nuevos riesgos.
Es también prioritario proporcionar información clara y a tiempo sobre la introducción de cambios tecnológicos en la empresa, así como dar a los trabajadores formación específica para poder afrontar sus tareas sin que estas supongan una sobrecarga mental.
A nivel organizativo, la adecuación de la carga y ritmo de trabajo, la introducción de pausas y descansos adecuados a la dificultad de la tarea y proporcionar feed-back sobre el desempeño son medidas preventivas útiles.
En cuanto a los efectos de las NNTT sobre la comunicación y relaciones inter-personales en el entorno laboral, se hace necesario reforzar las comunicaciones cara a cara en los casos que sea posible, fomentar el trabajo en equipo y dotar a los trabajadores de apoyo social suficiente.
Respecto a la ampliación de las horas laborales en horario extra-laboral, se debe crear una cultura de empresa encaminada a fomentar la separación de los tiempos de trabajo y los tiempo personales, valorando el rendimiento de los trabajadores, no por el número de horas de conexión, sino por el aprovechamiento del tiempo de trabajo.
Por último, la formación para el manejo saludable de las NNTT puede ayudar a los trabajadores a evitar el riesgo de paceder los ya mencionados tecnoestrés, tecnoadicción y tecnoansiedad.
Un adecuado uso de las nuevas tecnologías es una herramienta poderosa para mejorar las condiciones de trabajo de nuestros trabajadores. Favorecen la autonomía, facilitan la tarea, mejoran el rendimiento y pueden proporcionar un elevado factor de satisfacción debido a la adquisición de nuevas competencias. Está en nuestras manos conseguirlo mediante una adecuada prevención de los factores psicosociales de riesgo que conllevan.
Convencidos de que las personas son la pieza fundamental de toda organización, nuestro objetivo es cuidar la salud psicosocial de los trabajadores y lograr entornos laborales saludables acompañando a los servicios de prevención en esos procedimientos para mejorar la calidad de vida laboral de los trabajadores y aumentar la eficiencia de las empresas.