¿Cómo cuidar la salud emocional de los equipos de trabajo?

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El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo es una oportunidad para recordar también la importancia de cuidar la salud psicosocial en el entorno laboral.

Y para contribuir con ello, el equipo el equipo de psicólogos de Affor Health ha elaborado una serie de pautas con el objetivo de mantener a raya los principales riesgos psicosociales, como el estrés, la ansiedad, la fatiga o el desgaste laboral o síndrome de burnout.

  1. Adopta hábitos saludables. Instaurar hábitos saludables en nuestras rutinas nos ayuda a prevenir los riesgos psicosociales. Está comprobado que comer bien, dormir lo suficiente y combatir el sedentarismo aminora los síntomas de estrés en nuestro organismo. Aunque parezca obvio, la interconexión entre cuerpo y mente es básica para mantener un equilibrio en nuestro bienestar.
  1. Planifica el tiempo. No podemos estirar el día más de 24 horas y deberíamos de cumplir con la ‘regla de los tres ochos’: 8 horas para trabajar, 8 horas de ocio y 8 para descansar. Hay picos de trabajo en los que es necesario realizar horas extra pero no puede convertirse en una norma. Además, para que nuestro desempeño profesional no se vea afectado por una mala organización del tiempo, necesitamos hacer una buena planificación. Una correcta gestión del tiempo exige que distingamos lo urgente de lo importante, que reservemos el tiempo para aquellas tareas que lo requieren y sobre todo, que evitemos procrastinar, es decir, posponer las tareas para más tarde. Puede ser útil hacer listados de tareas o utilizar herramientas de organización, como apps.
  1. Baja el ritmo. No es posible completar 15 tareas en el tiempo que normalmente se tardarían en hacer 10, por lo que es necesario que establezcamos expectativas realistas y cumplamos con ellas. Levantar el pie del acelerador no debe ser visto como un fracaso (por no cumplir con expectativas poco realistas) sino que es una herramienta importante dentro del autocuidado.
  1. Programa pausas en tu jornada. Es aconsejable descansar cada hora o dos horas como máximo. No tienen por qué ser pausas largas ni que interrumpan demasiado el ritmo, pero sí deben permitirte levantar la vista de la pantalla, respirar profundo, mirar a tu alrededor y tomar conciencia de tu actividad.
  1. Dosifica la tecnología y las redes sociales. Cada vez nos cuesta más concentrarnos. Por eso es fundamental en nuestro horario de trabajo mantener a raya a los “ladrones de tiempo”, actividades que consumen nuestro tiempo y nos impiden ser más productivos, como chequear constantemente nuestras redes sociales.
  1. Tómate tu tiempo. Reflexiona al final del día cómo ha ido a nivel profesional, familiar y personal. También se puede practicar alguna técnica de relajación como la meditación, el yoga o el mindfulness, actividades que nos ayudan a poner el foco en el presente y nos alivian de las preocupaciones.
  1. Desconecta del trabajo. Para que el trabajo se quede en la oficina (ya sea esta presencial o virtual) es necesario que cada uno ocupe su tiempo libre con sus aficiones como el deporte, los paseos o la lectura. Disfrutar del tiempo de ocio nos permitirá afrontar el día siguiente con energías renovadas.
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