#DíaMundialdelaSaludMental: Tu trabajo, tu salud…

Recomendaciones para cuidar la salud mental en el trabajo

Sabemos que una de las claves para sentirse bien es cuidar la mente. El pensamiento influye en las emociones y éstas, regulan tu bienestar.

Hoy hablamos de una esfera importante en tu vida: el trabajo. Después de todo, pasas gran parte de tu tiempo trabajando y cuidar la salud mental en este espacio es fundamental para sentirse bien.

Algunas recomendaciones:

La primera consideración es la toma de conciencia de qué te está diciendo tu cuerpo

El estrés acumulativo es especialmente perjudicial porque mantiene en un estado de alerta permanente a tu organismo. Y esto, se traduce en síntomas como irritabilidad, cansancio, dificultades en la concentración; y en emociones como tristeza o ira.

Pero también: dificultades gástricas, picores, deshidratación, falta de apetito, entre otras. Es decir, son distintas las formas con las que tu cuerpo se relaciona contigo. Si das la importancia que tiene, podrás trabajar en el origen de lo que te ocurre: la gestión del pensamiento. “Mente sana en cuerpo sano”

Organiza tus días para tener tiempo de descanso

Es fundamental que tu mente se relaje cuando no trabaja, pero también cuando lo hace.

Incluso dentro de tu horario laboral tienes pequeños intervalos de desconexión que te ayudarán a tener una mente más despejada y en orden.

Muchas personas se empeñan en no disponer de minutos de desconexión porque piensan que así aprovechan mejor el tiempo pero, sin embargo, las investigaciones demuestran que eso no hace sino cansar y retardar los resultados esperados.

La mente tiene una capacidad y unos recursos limitados, por tanto, se hace preciso abastecer a través del descanso y la hidratación la reserva cognitiva.

Aprende a poner límites. Con los demás y también contigo.

Saber cuándo decir: no, es una estrategia de relación con uno mismo que permite vivir de una forma saludable.

Si notas a tu mente cansada o agobiada, es momento de intervenir y decir ¡hasta  aquí!

Lo ideal es la prevención, pero a veces, ocurre que no se han puesto límites y aparece la saturación. En este caso, relajación y organización.

Como estrategia preventiva, conocerse mejor para actuar conforme a los propios valores es la forma con la que iniciar un cuidado de la mente.

Potencia tus habilidades sociales con los demás.

En distintas áreas de la vida, pero también en el trabajo, es bueno para nuestra mente mantener relaciones cordiales y saludables con los demás.

Mente abierta, flexible, comprensiva, solidaria, empática…, son algunas variables que bien desarrolladas te ayudarán a gestionar las relaciones con los demás. En este sentido, podrás tomar reacciones no deseadas, como comportamientos explicables y que no van contra ti. Sino como mecanismo de defensa del otro, que tampoco es muy habilidoso.

Buscar una causa es más saludable en tus relaciones.

Ordena tu mente, ordena tu espacio de trabajo.

Cuida de tus cosas como si te cuidaras a ti. Tu mente requiere ubicarse en un lugar afable y acorde a ella. Revisa tu mesa, tu silla, pero también tu luz, temperatura, tu dieta, en definitiva, tu ambiente. Si es incómodo, tu mente pasará más tiempo justificando por qué no te encuentras bien; e invirtiendo más recursos en acomodarse.

Un ajuste previo es una buena estrategia para tener una mente saludable.

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