Cómo fomentar la estabilidad emocional en el trabajo

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Por encima de conocimientos técnicos, un buen mánager debe disponer de algunas capacidades para poder gestionar sus equipos y liderar los proyectos adecuadamente, destacando, entre otras y de forma importante, la estabilidad emocional.

El trabajador que dispone de estabilidad emocional tiene la habilidad de asumir las situaciones complejas con seguridad y de una forma equilibrada.

Ante un día a día lleno de adversidades, la manera en que un trabajador se enfrenta a ellas es primordial. La estabilidad emocional adecuada favorecerá que pueda enfrentarse a todo esto con entereza y sin perder los nervios, en la mayor parte de las ocasiones.

Cómo fomentar la estabilidad emocional

Afortunadamente, en las últimas décadas ya no se valora a los empleados sólo por sus cualidades técnicas, experiencia o conocimientos. Además, se dan valor a las cualidades relacionadas con cómo se manejan con las diferentes situaciones que puedan darse, consigo mismos y con los demás.

Todas estas cualidades van de la mano con la inteligencia emocional, que genera la ya nombrada estabilidad emocional. Hay personas que tienen, de forma casi innata, muy desarrollada esta capacidad, pero la buena noticia es que hay habilidades que se pueden aprender y entrenar, así que nunca es tarde para cambiar y mejorar. Para conseguir esto último, es importante tener en cuenta los siguientes conceptos e ideas:

Es necesario tener conciencia de las emociones que aparecen en uno mismo ante las diferentes situaciones. Conocerlas permitirán a la persona entender sus propias reacciones y tomar parte en ellas posteriormente. Si no se es consciente, no habrá una adecuada gestión posterior de las mismas.

Todas las emociones primarias (alegría, tristeza, ira, asco, sorpresa y miedo) son necesarias y básicas para nuestra supervivencia. Sí, las mal nombradas emociones negativas (asco, miedo, ira…) son absolutamente necesarias para sobrevivir y para enfrentarnos a situaciones que nos ponen en riesgo de alguna manera.

  • El asco nos avisa ante alimentos en mal estado, para que no los ingiramos.
  • El miedo nos protege de situaciones peligrosas
  • La ira nos provoca malestar ante situaciones que consideramos injustas…

La clave de la gestión emocional: identificar y trabajar nuestras emociones

Lo importante es que la persona se haga consciente de lo que siente, y se dé permiso a sentir esa emoción (aceptarla) para poder gestionarla después de la manera más adecuada.

Esto es, por ejemplo: puedes y tienes derecho a enfadarte, pero hay que saber gestionar adecuadamente ese enfado, ya que provocar una pelea o una humillación tal vez no sea la mejor respuesta.

No siempre es fácil saber lo que uno siente, más allá de sentirse “bien” o “mal”. Es tarea ardua mirar hacia dentro y entender lo que se está sintiendo. Te exponemos aquí algunas de las  emociones, para que te sirvan como “índice” a utilizar al pensar en cómo te sientes. No están todas las que son, pero pueden servir para empezar a conocerse:

Ternura, Amor, Odio, Ira, Irritación, Tensión, Alivio, Serenidad, Felicidad, Alegría, Tristeza, Compasión, Remordimiento, Culpa, Vergüenza, Inseguridad, Timidez, Confusión, Miedo, Asombro, Asco, Hostilidad, Aceptación, Incomprensión, Desamparo, Soledad, Nostalgia, Melancolía, Aburrimiento, Ilusión, Entusiasmo, Euforia, Desaliento, Decepción, Frustración, Decepción, Envidia, Admiración, Deseo, Satisfacción, Orgullo, Placer, Gratitud

Una vez se conoce la emoción sentida, será más fácil conseguir la regulación emocional: entender qué te lo ha generado (qué pensamientos han surgido y provocado esa o esas emociones) y qué comportamientos han provocado. A veces actuamos de forma incomprensiva: pero si te paras  a pensar qué ha pasado, tal vez entiendas mejor tu comportamiento.

Toda esta reflexión te hará tener la sartén por el mango y valorar si el comportamiento que has tenido ha sido el adecuado o no. Será entonces, si lo consideras, el momento de decidir si quieres hacer algunos cambios en cuanto a los pensamientos, emociones y comportamientos provocados. No es tarea fácil a priori, aunque dependerá mucho de las circunstancias y de bagaje y experiencias previas.

Ejemplos de la importancia de la estabilidad emocional

Para que puedas comprender en mayor medida lo explicado, te podemos ayudar con este ejemplo:

Un compañero de tu equipo no se presenta a una reunión con un cliente, y ya ha ocurrido más veces

El cliente ha llamado a la oficina y tú has tenido que dar respuesta ante él, sin saber qué ha ocurrido. A continuación otro compañero te pide que le atiendas para preguntarte algo y le das una mala contestación.

Podemos analizar la situación:

SITUACIÓN: Compañero que no se presenta en la reunión y tú has tenido que responder ante el cliente.

COMPORTAMIENTO GENERADO: Hablar mal a otro empleado

Tendremos que analizar qué ha ocurrido entre medias de ambos sucesos:

PENSAMIENTO (analizar qué pensamientos se me han venido cuando estaba hablando con el cliente):

  • Otra vez llega tarde y he tenido que justificarle sin saber qué ha pasado
  • Tal vez vayamos a perder el cliente por su culpa
  • Es un irresponsable y un vago

EMOCIONES (analizar qué emociones he sentido, y con qué intensidad, a partir de esos pensamientos):

  • Enfado hacia el compañero (9)
  • Vergüenza con el cliente (8)

Todas estas emociones y pensamientos son los que han provocado que hable inadecuadamente a otro compañero. ¿Qué podemos hacer para afrontar esta situación con la mayor estabilidad emocional posible?:

  • Parar, y respirar hondo. Con el gran enfado que tiene esta persona, es casi seguro que los comportamientos y decisiones que tome tal vez sean desproporcionadas.
  • Ver qué pensamientos alternativos pueden ayudarle a enfrentarse a esta situación:
    • Tengo que hablar con el compañero para saber qué ha pasado
    • Estoy muy enfadado y es normal, pero voy a recabar la mayor información posible para tomar la decisión más adecuada
    • Tengo que explicarle a mi compañero que debe avisarme ante cualquier contratiempo o si no, tendré que hablarlo con el responsable (consecuencias).
  • Esto hará que las emociones no estén tan activadas y que como consecuencia, las probabilidades de hablarle mal al otro compañero que se acerca para preguntar sean mucho menores.

Beneficios de la estabilidad emocional en la empresa

Como ya hemos ido viendo, cuando una persona cuenta con esta estabilidad, puede enfrentarse a las situaciones y personas de una forma más pausada y equilibrada. Tener esta habilidad ayuda, entre otras cosas a:

  • Entender cómo se pueden estar sintiendo los demás (tener más empatía, en definitiva)
  • Crear un clima positivo entre los compañeros y en las relaciones con otras áreas con las que se interacciona.
  • Hay un contagio de dicha estabilidad. Si la mayoría de los trabajadores tienen estabilidad, todos actuarán con más facilidad en esta línea.

Caso práctico: trabajando la estabilidad emocional

  1. Analiza cómo te enfrentas a las situaciones adversas, para comprobar tu grado de estabilidad emocional. Para ello, puedes crear una tabla con las siguientes columnas:
    1. Lista de las últimas situaciones complicadas que has tenido que hacer frente en tu trabajo
    2. Grado de malestar que te ha generado (del 1 al 10)
    3. Emoción que te ha generado
    4. Cómo te has enfrentado a ello
      > Con la elaboración de esta tabla podrás ver en qué porcentajes te enfrentas de una manera positiva y tranquila a estas situaciones o, por el contrario, el enfoque es más desde el malestar y el negativismo.
  2. Te animamos a que pienses en la última vez que tuviste un comportamiento que no te ha gustado. Trata de hacer el análisis que hemos expuesto anteriormente, y recuerda que podrás ir rellenando las casillas en el orden que te sea más sencillo (tal vez puedas empezar por el comportamiento, y seguir con la situación previa que ocurrió y pudo ocasionarlo, y de ahí pasar a la emoción o al pensamiento…):
    1. Situación
    2. Pensamiento generado
    3. Emoción generada
    4. Comportamiento
    5. Pensamiento alternativo
    6. Emoción alternativa
    7. Comportamiento alternativo
      > Con esta otra tabla podrás analizar posibles alternativas, muy útil para tomar perspectiva sobre lo ocurrido.

 

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Artículo escrito por Elena Rubio, consultora psicosocial de Affor Health.

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