Apostando por un liderazgo saludable

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Hoy día, apostamos por la idea de liderazgo como ejemplo saludable con el que mantener una relación con el equipo de trabajo basada en la confianza; además de suponer la guía más apropiada para conseguir los objetivos propuestos para el equipo. Pero, también planteados por el equipo.

Liderazgo: confianza y trabajo en equipo

En este sentido, la figura que lidera es quien favorece la motivación de sus colaboradores entendiendo que el equipo no es nadie sin ellos, sin ellas. Y su misión no es ordenar, sino alentar el sentido de pertenencia. Y para dotarlo de sentido, para que tenga un significado, es necesario un enfoque compartido que sea congruente con los valores postulados.

Por tanto, para ejercer un liderazgo saludable es recomendable favorecer el crecimiento de los miembros del equipo de manera que la motivación forme parte de cada una de las historias de vida que conforman el grupo. No se puede entender a la persona sin su contexto, y tenerlo en cuenta es fundamental.

Por otra parte, se debe desarrollar la capacidad para prevenir los conflictos y afrontarlos. En ocasiones no será posible y se trabajará sobre las desavenencias, si bien es mejor un enfoque preventivo en el equipo.

En el ejercicio de un liderazgo saludable, se ha mostrado la importancia de orientar a cada miembro en el desarrollo de sus propias competencias. Alentar a la diferenciación y el progreso en torno a ellas, muestra que los profesionales se sienten mejor en el desempeño de sus funciones. Y esta es una cuestión de alto impacto tanto en el trabajador o trabajadora, como para la propia organización.

En este sentido, un líder, también favorece tanto el autoconocimiento individual como grupal. A este respecto, el establecimiento de límites supone una estrategia clave para la reorientación ante situaciones de conflicto, pero también de desarrollo personal sin que tenga una afectación negativa en la autoestima. No deben confundirse límites con limitaciones. Lo fundamental es conocer el qué y el para qué de los comportamientos, de manera que supongan un crecimiento emocional básico en las relaciones personales y las emociones asociadas.

En este marco, la autoconciencia es un elemento fundamental que en el liderazgo saludable se debe ejercitar. Tener claras sus ideas y fundamentos permitirá ejercer un modelado acorde a las necesidades de su organización. Pero en especial, a las de su equipo de trabajo. Y precisamente de lo que se trata es de generar un equipo sano y fuerte.

Si te gustaría profundizar más sobre este concepto trabajado, te invitamos a conocer más acerca del curso de liderazgo saludable aquí.

 

¿Cuál es tu punto de vista sobre el liderazgo? ¿Crees que es importante cultivar estas competencias para poder fomentar el bienestar del equipo y las organizaciones? ¡Te leemos en comentarios!

 

Artículo escrito por Mariola Fernández, responsable clínica HUB 24/7 de Affor Health.

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