A veces nos cuesta iniciar este proceso porque no sabemos cuál es el primer paso, sabemos que es beneficioso para la empresa y para la salud de los trabajadores, queremos hacerlo, podemos hacerlo, pero no sabemos cómo… ¿Por dónde empezamos?
¿Por dónde empiezo con la evaluación psicosocial de mi empresa?
Cada vez más, nos encontramos con empresas que deciden actuar en Prevención Psicosocial de manera proactiva, preocupándose por la salud psicosocial de sus trabajadores. En función de su situación, recursos y características deciden actuar en diferentes niveles de prevención psicosocial, muchas de ellas se inician con pequeñas actuaciones concretas en prevención primaria, trabajando, por ejemplo, en factores organizacionales o en cultura organizacional.
Otras, se animan a empezar con una evaluación de riesgos psicosociales, con el fin de conocer la situación de la que se parte y ser capaces de aplicar medidas preventivas sobre la realidad de la empresa, teniendo indicadores de los factores de riesgo psicosociales sobre los que se debe actuar.
La evaluación psicosocial, a veces se queda al margen de los propósitos y propuestas por esa idea generalizada de que entraremos en un proceso tedioso e interminable, idea mantenida, generalmente, por experiencias que no resultaron como se esperaba, ni en tiempo, ni en forma. La realidad es que un proceso de diagnóstico psicosocial puede ser ágil y óptimo, siempre que sepamos cómo hacerlo.
A veces no nos decidimos a iniciar este proceso porque no sabemos cuál es el primer paso, sabemos que es beneficioso para la empresa y para la salud de los trabajadores, queremos hacerlo, podemos hacerlo, pero no sabemos cómo… ¿Por dónde empiezo?
Para empezar con una evaluación psicosocial consideramos necesario tener un conocimiento previo sobre el proceso, sus fases, objetivos y cómo llevarlos a cabo. Algunas ideas de reflexión que pueden servirnos ante esta situación son las siguientes:
– ¿Tengo un objetivo?
Independientemente del motivo por el que se decida realizar una evaluación psicosocial, ya sea la necesidad de evaluar las condiciones de trabajo tras sufrir cambios internos, un requerimiento por parte de una inspección, una actualización de la evaluación realizada hace años, etc. El objetivo al hacer una evaluación de riesgos psicosociales suele ser común: actuar en prevención psicosocial estableciendo medidas preventivas en función de la situación de la empresa, pasando del diagnóstico del problema a la acción preventiva para mejorar así las condiciones de trabajo. Está claro, ahora… ¿cómo hacemos ese diagnóstico?
– Conocer el proceso de Evaluación de Riesgos Psicosociales
Es necesario conocer el proceso de evaluación de riesgos psicosociales y los pasos a seguir para realizar un estudio psicosocial completo. Cuando nos referimos a que el proceso sea completo, queremos decir que abarque todas y cada una de las fases necesarias para llegar hasta la implantación de medidas preventivas. Quizás necesitemos para ello asesoramiento que nos ayude a adaptar el proceso a nuestro caso concreto, no dudemos en informarnos.
– Cuál es la situación actual de mi empresa
Se deben tener en cuenta las características y la situación actual de la empresa, considerar si es el momento idóneo para pasar un cuestionario a los trabajadores, o si estamos en pleno cambio organizacional y quizás sea conveniente asentar esos cambios y evaluar una vez el trabajador esté adaptado a las nuevas condiciones. En este caso, actuaremos en otros niveles de prevención psicosocial que se adaptan a este tipo de situaciones.
La imagen que saquemos de la empresa con el estudio debe plasmar la situación más cercana a la realidad, sobre la que podamos aplicar medidas preventivas concretas para cada factor psicosocial que así lo requiera. Una vez tengamos claro que una evaluación de riesgos psicosociales encaja en lo que buscamos para nuestros trabajadores y en nuestra empresa, pensaremos cómo podemos hacerlo.
– De qué recursos dispongo
A menudo el tiempo de trabajo de las personas que forman el departamento de PRL es el recurso base de una evaluación de riesgos psicosociales que decida asumirse de manera interna.
Teniendo el conocimiento previo sobre los pasos a seguir en el proceso de evaluación, estudiaremos qué fases queremos asumir de manera interna y cuáles será conveniente delegarlas a un equipo especializado, ya sea por optimización de recursos, conocimientos especializados o garantías de calidad y confidencialidad.
Además, debemos considerar los recursos materiales y la logística que puedan hacer más fácil las diferentes fases del proceso de evaluación según las características que exijan los puestos de trabajo, y la implantación de medidas preventivas.
En general, la experiencia que pueda facilitarnos un recurso externo supone la optimización de los recursos internos y lagarantía de un trabajo especializado.
– Llega el momento de planificar
Habitualmente nos marcamos una fecha fin para la presentación de los resultados del estudio, también nos fijamos pequeños objetivos temporales con periodos estimados de duración para que cada fase del proceso nos ayude a mantener una visión general de la evolución del estudio y una estimación real de la fecha fin y duración del proceso.
Quizás estas pautas sirvan para poner sobre la mesa eso que ya tenemos y pensar en lo que necesitamos para iniciar un estudio psicosocial. Pero ante todo esto, el primer paso para llevar a cabo una Evaluación de Riesgos Psicosociales de la mejor manera posible es hacerlo de manera proactiva y con visión de futuro, siendo consciente de que es un proceso de mejora para la salud de los trabajadores y para la empresa.
Convencidos de que las personas son la pieza fundamental de toda organización, nuestro objetivo es cuidar la salud psicosocial de los trabajadores y lograr entornos laborales saludables acompañando a los servicios de prevención en esos procedimientos para mejorar la calidad de vida laboral de los trabajadores y aumentar la eficiencia de las empresas.