Expertos en salud laboral analizan las claves para abordar los riesgos psicosociales tras el COVID-19
Para analizar este nuevo entorno laboral que se nos plantea tras el COVID-19, desde affor hemos contado con la opinión de una serie de expertos en salud laboral, concretamente en el área de psicosociología, para reflexionar acerca de cómo abordar los riesgos psicosociales en esta nueva etapa que vivimos.
Hablamos con Javier Llaneza. Presidente de la Asociación Española de Ergonomía. Responsable de Higiene y Ergonomía de Arcelor Mittal.
1. La emergencia sanitaria provocada por la COVID-19 está provocando cambios en nuestra forma de trabajar, vivir, e incluso de relacionarnos entre nosotros. Esta situación sin duda también va a marcar un antes y un después para la prevención psicosocial. ¿Cómo crees que afectará esta crisis en la gestión de los riesgos psicosociales en las organizaciones?
Si algo ha cambiado con la COVID 19 es el trabajo, su organización, y consecuentemente las condiciones de trabajo. Esta emergencia y los problemas psicológicas asociados tales como estrés, ansiedad, trastornos emocionales, etc., actualizan la importancia de la prevención psicosocial. El gran número de personas afectadas y en particular trabajadores, lleva a lecturas diversas y debates sorprendentes, por ejemplo; que se pueda cuestionar este daño para la salud mental como ocasionado en el trabajo, o dicho de otro modo que la causa del deterioro de la salud mental es solo el confinamiento, los temores al contagio o la estigmatización de quien haya podido pasar la enfermedad. Y desde ese punto de vista se empieza a hablar de lo emocional y de la posesión (soft skills) como características individuales para explicarlo o justificarlo.
Esos planteamientos dejan de ser sorprendentes si consideramos que puede tratarse de una estrategia previa de quien pretenda anular la gestión de los factores de riesgos psicosociales y limitarse a la prevención terciaria, es decir al tratamiento de la persona, trabajador, empleado, por el confinamiento, el cambio de las condiciones de trabajo, y prepararlo para retorno al trabajo. Que siendo el abordaje del sufrimiento lo prioritario ahora, y que va a requerir los medios en la vigilancia de la salud a través de especialistas (psiquiatras o psicólogos clínicos) conocedores del mundo laboral, deberá pasar posteriormente a la prevención primaria, y tratar los factores de riesgo de las nuevas condiciones de trabajo, en el origen.
2. ¿Qué factores psicosociales se verán principalmente afectados al retomar la situación habitual de trabajo y cómo se tendrá que abordar esta situación?
Primero, sobre el teletrabajo que pasa de ser algo particular y ocasional a generalizar su uso, y constituyendo una organización del trabajo distinta y una forma diferente de trabajar.
El teletrabajo, no es tan fácil ni tan inmediato como encontrar un hueco en casa y empezar a usar el ordenador. Además de los medios y el acondicionamiento del lugar, es igual de importante la dimensión psicosocial y el daño mental del teletrabajo.
Para quienes han tenido la fortuna de poder teletrabajar y poder seguir haciéndolo en esta modalidad organizativa, los riesgos psicosociales más afectados serán: la autonomía, la carga de trabajo, el aislamiento social y profesional.
El trabajo también cambia en los lugares de trabajo de las organizaciones como oficinas, talleres industriales, etc., y desde el transporte hasta el distanciamiento físico conllevará modificaciones en los tiempos de trabajo (turnos y duración de las jornadas) o en las relaciones con otros trabajadores, clientes o proveedores.
Un caso particular será el estrés ligado a la conciliación de la vida familiar y laboral. La variable género puede verse sobrecargada teniendo sentido hablar de una triple tarea (frente a la clásica doble tarea). La doble tarea de la mujer (TRABAJO-CASA) se ha convertido en una tercera que es la acción simultánea de ambas, que incrementan las exigencias de atención y de carga mental.
3. ¿Qué papel va a tener la prevención de riesgos psicosociales en la vuelta a la “nueva normalidad”?
Se tiene que empezar a dar visibilidad a la salud mental en el trabajo. Las empresas deben dar apoyo a los trabajadores psicológicamente afectados y recuperarles para facilitar su vuelta al trabajo. Como ocurrió con la mascarilla, se necesitan equipos individuales, equipos de protección psicosocial (EPP)
Es en este contexto que genera la pandemia cuando se ha producido un aumento a la vez de las preocupaciones en torno a la salud mental laboral en el trabajo y el recurso a otros profesionales, expertos en salud laboral, encargados de la atención frente a los daños psíquicos.
Y sin olvidar que el incremento de los accidentes de trabajo en este primer trimestre ha sido de un 29,3% con relación al mismo periodo de 2019. Cada año, más de un tercio de los accidentes mortales en jornada de trabajo se producen por enfermedad cardiovascular (infartos, derrames cerebrales y otras causas naturales) y es en el sector servicios donde son más frecuentes. Constituye la primera causa de muerte laboral en España y su relación con el estrés y los hábitos tóxicos asociados (beber, fumar, mala alimentación, etc.) está avalada por multitud de estudios epidemiológicos; sí, definitivamente el estrés es una de las consecuencias del daño psicológico derivado de la pandemia.
Una situación de retorno donde se debería empezar por la acogida en la vuelta al trabajo, los servicios de vigilancia de la salud en las grandes organizaciones de los Servicios de Prevención propios deben incorporar estas cuestiones, y también las Mutuas y los Servicios de Prevención ajenos.
En lo inmediato, recordar, la salud mental no es el diagnóstico, es el tratamiento del daño, y hay mucho trabajo.
#EsteVirusLoParamosUnidos #CuidarLaSaludEmocionalNoEsUnaOpción
#PrevenirEsNuestraResponsabilidad #JuntosSaldremosAdelante #SomosComunidadPRL
Convencidos de que las personas son la pieza fundamental de toda organización, nuestro objetivo es cuidar la salud psicosocial de los trabajadores y lograr entornos laborales saludables acompañando a los servicios de prevención en esos procedimientos para mejorar la calidad de vida laboral de los trabajadores y aumentar la eficiencia de las empresas.