¿En qué se diferencia la fatiga del síndrome de fatiga crónica?

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¿Qué es la fatiga? ¿Y la fatiga crónica? ¿Cómo podemos identificarlo y qué podemos hacer para afrontar de mejor manera este problema?

A continuación, te lo contamos detalladamente:

Qué es la fatiga

La fatiga no es una enfermedad, sino una respuesta biológica normal del organismo cuando se ve sometido a un trabajo, físico o mental, de intensidad superior a la que está acostumbrado.

Por tanto, la fatiga tiene una función adaptativa para nosotros, de manera que funciona como un mecanismo de alerta o salvaguarda ante situaciones adversas.

Dicho de otra manera, es como si fuera la señal de “STOP” que obliga a nuestro cuerpo a pararse y descansar. Es eliminada después de haber descansado, a raíz de ella podemos sentir malestar o impotencia pero no nos genera un sentimiento de incapacidad.

Y entonces… ¿Qué es la fatiga crónica?

Imagina que comienzas a sentir que eres incapaz de realizar cualquier labor física o mental en tu día a día. Acudes al servicio de salud y no lo asocian a ninguna enfermedad médica porque no hay signos evidentes.

Sin embargo, tú sientes que, desde hace tiempo, tienes una alta sensibilidad a la luz, tu cuerpo siente dolor y agujetas sin motivo, sufres de dolores de cabeza…

Pese a que descansas e intentas evitar actividades que te supongan un aumento del cansancio, esta sensación de incapacidad no cesa.

¿Cómo aparece el síndrome de fatiga crónica?

Aparece como un sentimiento de falta de energía para cualquier labor y no desaparece con el reposo o el descanso.

Puede aparecer asociado a múltiples enfermedades físicas como los que a continuación se describen:

  • Fibromialgia
  • Tiroiditis autoinmune
  • Dismenorrea-endometriosis
  • Colon irritable
  • Síndrome seco
  • Trastornos del estado de ánimo
  • Hipotensión ortostática-disautonomía

¿Qué causa el síndrome de fatiga crónica?

El medio ambiente en el que desarrollamos la actividad laboral diaria, así como, factores de carácter psicológico.

Ambientes laborales sobrecargados de: humo, ruidos, hacinamiento o mala iluminación son facilitadores de su aparición.

Por otro lado, un mal ajuste entre el trabajador y el puesto de trabajo que tiene que desarrollar también es un factor de riesgo.

A nivel psicológico, algunos de los factores incitantes de la fatiga crónica son: la falta de interés por el trabajo, el alto peso de responsabilidad, la frustración, la existencia de conflictos íntimos, la monotonía, si eres una persona altamente sensible o incluso si existen problemas de carácter familiar y/o sexual.

También, pueden añadirse otros factores como: estar sufriendo en el trabajo una situación de acoso laboral o “mobbing”, sufrir lo que se denomina el Síndrome de Burnout o el “estar quemado” y/o tener un alto estrés laboral que se mantiene en el tiempo.

¿Cómo reconozco si sufro el síndrome de fatiga crónica?

En general, las personas que sufren este síndrome acuden a la consulta de un profesional una vez que ha pasado bastante tiempo desde que sufre ese cansancio que no desaparece ni se recupera tras el descanso.

Por otro lado, suelen ser personas muy preocupadas con pensamientos relacionados con que sufren de algún virus o dolencia responsable del agotamiento que experimentan. Han pensado mucho sobre cómo resolver lo que les ocurre y terminar con la fatiga y han reducido su nivel de actividad por miedo a experimentar más cansancio.

¿Qué soluciones hay o cómo afrontar mejor el síndrome de fatiga crónica?

Los objetivos básicos del tratamiento van dirigidos a reducir los niveles de fatiga, el grado de dolor y a mejorar los niveles de actividad y adaptación de estos pacientes a su vida cotidiana.

La terapia cognitiva conductual dirigida por un profesional de la psicología permite mejorar claramente el grado de adaptación y la calidad de vida de los pacientes, sobre todo en las fases iniciales de la enfermedad.

Aun así, te dejamos algunas pautas que pueden ayudarte:

  • Trabaja la valoración que haces de ti mismo y de tus capacidades
  • Piensa y reflexiona sobre cómo interpretas las cosas que te suceden
  • Trabaja sobre la “autoeficacia
  • Cuida tus relaciones y busca ayuda en los que te rodean
  • Realiza ejercicio físico de manera progresiva y controlada en función de tus posibilidades y características personales
  • En cuanto al tratamiento farmacológico, se ha observado que sólo mejora sintomáticamente y de forma relativa algunos aspectos de la enfermedad, pero no la fatiga
  • Te recomendamos dar el paso de acudir a un profesional de la Psicología para que pueda valorar tu caso de manera específica

Artículo escrito por Clara Sevilla, psicóloga del HUB 24/7 de Affor Health.

 

Referencias:

Fernández Solà J. (2002). El síndrome de fatiga crónica. Medicina Integral, 40 (2):56-63.

https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-el-sindrome-fatiga-cronica-13034631

Mansilla, F  (2003). El Síndrome de Fatiga Crónica: del modelo de susceptibilidad a la hipótesis de la cadena de estrés en el Área laboral. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq, 86: 19-30. ISSN 2340-2733.

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352003000200003

Recursos de ayuda especializada: AFINSYFACRO

http://www.afinsyfacro.es/index.php/fmysfc.html

«Pues tienes buena cara»: Síndrome de la fatiga crónica. Una enfermedad políticamente incorrecta. ISBN: 9788427035362/ Año de edición: 2009/ Plaza de edición: BARCELONA. Año de edición: 2009

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