Es necesario conocer el proceso de evaluación de riesgos psicosociales y los pasos a seguir para realizar un estudio psicosocial completo y eficaz, siendo consciente de que es un proceso de mejora para la salud de los trabajadores y para la empresa.
¿Por qué externalizar algunos servicios de la Evaluación de Riesgos Psicosociales?
Para muchos de los responsables del Servicio de Prevención que conozco (me atrevería a decir para la mayoría), realizar o tan siquiera plantear la realización de una evaluación de riesgos psicosociales supone un verdadero dolor de cabeza.
Normalmente, suele encontrarse en medio de un panorama no muy alentador que presenta las siguientes circunstancias:
- La inspección de trabajo le mete presión a nivel de cumplimiento.
- La parte sindical le mete presión con fines reivindicativos.
- La dirección le mete presión a nivel de recursos.
- Los trabajadores más que presión, ponen en juego su salud, vaya presión.
Es en esta tesitura donde empieza a quedar claro que uno no puede enfrentarse a una Evaluación de Riesgos Psicosociales solo.
La razón que yo considero más importante es la falta de conocimiento/experiencia en la materia. Los riesgos psicosociales son los más complejos y difíciles de evaluar de todo el conjunto de riesgos laborales y, como acabamos de ver, están sujetos a la influencia de muchos agentes e intereses. Se hace imprescindible ser un experto (no sólo psicólogo) para ejecutar el proceso de una manera rigurosa y contar con los recursos necesarios para llevarla a cabo.
El tema de los recursos merece una mención aparte. Y es que estos no suelen existir para un proyecto de este tipo. Los SPP no cuentan ni con la estructura ni con el personal suficiente en la mayoría de los casos.
Luego, nos encontramos el tema de la confidencialidad del proceso. Si no está garantizada, o mejor dicho, si no es percibida como absolutamente garantizada por los trabajadores, no sirve de nada seguir adelante con la evaluación de riesgos psicosociales. Y esto no es tarea sencilla, ya que los riesgos psicosociales llevan implícito un escepticismo y una desconfianza sin igual en la persona evaluada. Y con razón. Externalizar con un partner especializado tanto las reuniones del grupo de trabajo como la toma de datos consigue minimizar al máximo el miedo de los trabajadores.
El objetivo único de evaluar riesgos, del tipo que sean, es recolectar información para poder poner remedio o, en el peor de los casos, minimizar dicho riesgo y su posible impacto en los trabajadores. Tras la toma de datos de la evaluación de riesgos psicosociales, tendremos que generar el informe, interpretar los resultados teniendo en cuenta la organización, el sector y lo trabajado en el Grupo de Trabajo; y lo más importante, elaborar un plan de medidas adecuado, realizable y consensuado con los trabajadores en la medida de lo posible.
Para conseguir esto, es imprescindible conocer muy bien qué medidas y con qué alcance van a funcionar y van a suponer una mejora real de los riesgos y de los factores evaluados en la organización. Si no contamos con ayuda especializada para esto, es muy probable que el informe (junto con la salud y las expectativas de nuestros trabajadores), acabe en un cajón.
Convencidos de que las personas son la pieza fundamental de toda organización, nuestro objetivo es cuidar la salud psicosocial de los trabajadores y lograr entornos laborales saludables acompañando a los servicios de prevención en esos procedimientos para mejorar la calidad de vida laboral de los trabajadores y aumentar la eficiencia de las empresas.