¿Sabes qué piensan y quieren tus empleados?

Los cambios en el estilo de vida y de trabajo que han traído consigo las consecuencias de la COVID-19 coincidiendo con la llegada al mundo laboral de nuevas generaciones (millenials y zetas), con formas de pensar muy diferentes a las tradicionales, han provocado que definitivamente el salario económico, siempre que satisfaga las necesidades básicas, no sea ya suficiente frente a otros modos de retribución que tienen que ver con la mejora de la calidad de vida y el bienestar. Es lo que llamamos “salario emocional”, que empieza a ser más valorado frente a una subida de sueldo.

Dentro de este tipo de retribución se encuentran por ejemplo medidas de conciliación, de atención no sólo a la salud física sino también al bienestar psicológico y también oportunidades de desarrollo y crecimiento personal y laboral.

Son ya numerosos los estudios que demuestran un notable aumento de satisfacción en los empleados que reciben este tipo de beneficios, lo que sin duda además incide en una mejor productividad. Pero no olvidemos además que una empresa que adapte su paquete retributivo en este sentido está atrayendo y reteniendo talento por su ventaja competitiva con respecto al resto de empresas.

Los entornos laborales son cada vez más diversos, integran trabajadores de diferentes generaciones, culturas, identidad de género u orientación sexual, con hijos o sin ellos, con aficiones diversas. ¿Deberíamos entonces aplicar las mismas medidas de compensación para todos ellos o es razonable pensar que será más eficaz, en términos de satisfacción y engagement con la organización, que podamos adaptar dichas medidas al menos a las circunstancias de cada grupo?

Podríamos teorizar acerca de qué ofrecer a nuestros empleados para que se sientan más valorados en nuestra organización, pero sin duda será mucho más acertado preguntarles directamente, ya que incluso de este modo estamos mostrando un genuino interés por su bienestar.

A través de una sencilla encuesta, de forma ágil y anónima podemos saber qué ofrecer y a qué colectivo, para que realmente podamos lograr el objetivo de retribuir a nuestros trabajadores con aquello que verdaderamente les sea de utilidad y así evitar el “café para todos”, en el convencimiento de lo valiosa que es cada una de las personas que integran la organización.

Un artículo de Eva Fernández directora comercial de Affor Health

 

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