Fatiga laboral: Cómo proteger el bienestar del equipo en el trabajo

En este post vamos a analizar la fatiga laboral como concepto, sus causas, síntomas y consecuencias. Antes de establecer el marco teórico, vamos a realizar una Introducción con una pequeña historia:

Miguel es ingeniero de software y trabaja para una gran empresa tecnológica. Durante los últimos meses, ha estado trabajando en un proyecto muy importante con unos plazos muy ajustados. Su jornada laboral se prolonga 12 horas y también ha trabajado varios fines de semana consecutivos para cumplir con los plazos.

El ambiente en la oficina es muy competitivo, la comunicación es escasa y el apoyo emocional es prácticamente inexistente. Por otra parte, los gerentes constantemente empujan al equipo para que entregue resultados rápidos y de alta calidad.

Sus tareas diarias son altamente técnicas y requieren una concentración constante. Además, muchas de sus tareas son repetitivas y monótonas, lo que contribuye a su agotamiento mental.

Esta situación está afectando a Miguel a distintos niveles. Duerme una media de 5-6 horas, le cuesta desconectar mentalmente tras largas horas frente a la pantalla. Sufre fuertes dolores de cabeza y musculares, le cuesta concentrarse en sus tareas y ha perdido motivación e interés en actividades que solía disfrutar, lo que ha repercutido negativamente en su vida familiar y social.

¿Qué es la fatiga laboral?

La fatiga laboral constituye un estado de agotamiento extremo y falta de energía, manifestándose a nivel físico, mental o ambos. Este desgaste afecta tanto el desempeño profesional como la vida personal. Si no se atiende adecuadamente, la fatiga crónica puede desencadenar problemas de salud más serios sino se aborda adecuadamente.

Causas de la fatiga laboral

Las causas de la fatiga laboral son diversas y a menudo están relacionadas entre sí. Algunas de las más comunes incluyen:

1. Jornadas laborales prolongadas: Trabajar largas horas sin descansos adecuados puede agotar rápidamente nuestras reservas de energía.
2. Entorno de trabajo estresante: Un ambiente de alta presión y estrés constante contribuye significativamente nuestro agotamiento mental y físico.
3. Falta de sueño: La calidad y cantidad del sueño son cruciales. La falta de sueño o un sueño interrumpido afectan negativamente el rendimiento y la salud. Conoce los 5 errores más comunes en los hábitos de sueño que tienen solución
4. Tareas monótonas: Actividades repetitivas y sin desafío pueden causar un cansancio mental significativo, haciendo que nos sintamos desmotivados y agotados.
5. Carga de trabajo excesiva: tener asignadas una mayor cantidad de tareas de las que podemos manejar eficientemente lleva a la fatiga y a una disminución de la calidad del trabajo.

Síntomas de la fatiga laboral

Los síntomas de la fatiga laboral pueden ser muy variados, pero generalmente se dividen en tres categorías: físicos, cognitivos y emocionales.

• Físicos: Incluyen cansancio constante, dolores musculares, dolores de cabeza y problemas digestivos.
• Cognitivos: Dificultad para concentrarse, olvidos frecuentes, reducción en la capacidad de toma de decisiones y una disminución en la creatividad.
• Emocionales: Irritabilidad, desmotivación, sensación de estar abrumado/a, ansiedad y, en casos más graves, depresión.

Consecuencias

La fatiga laboral tiene consecuencias importantes que afectan tanto de forma individual como a las organizaciones:

1. Reducción de la productividad: Si experimentamos fatiga tendemos a ser menos eficientes, cometer más errores y tener menos creatividad.
2. Aumento del absentismo: La fatiga puede llevar a un mayor número de ausencias por enfermedad, lo que afecta la continuidad y calidad del trabajo.
3. Mayor riesgo de accidentes: La falta de atención y la somnolencia aumentan la probabilidad de incidentes en el entorno laboral, poniendo en riesgo la seguridad de todo el personal. Es fundamental que el equipo de trabajo se mantenga alerta para prevenir situaciones peligrosas.
4. Impacto en la salud mental: A largo plazo, la fatiga puede contribuir al desarrollo de trastornos mentales como la depresión y la ansiedad, afectando nuestra calidad de vida.
5. Rotación de personal: La fatiga crónica puede llevarnos a la desmotivación y al abandono del trabajo, incrementando la rotación de personal y los costes asociados con la contratación y capacitación de nuevos empleados/as.

Estrategias para manejar y prevenir la fatiga laboral

Para abordar con eficacia la fatiga laboral, es esencial implementar estrategias tanto a nivel individual como organizacional.

1. Promover pausas regulares: Fomentar descansos cortos durante la jornada laboral para ayudar a recargar energías y mantener la concentración.
2. Fomentar un buen ambiente de trabajo: Crear un entorno laboral positivo y de apoyo puede reducir el estrés y el agotamiento. Esto incluye fomentar la comunicación abierta, reconocer el buen trabajo y ofrecer apoyo emocional.
3. Equilibrar la vida personal y profesional: Favorecer el equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal es crucial. Esto puede incluir políticas de trabajo flexible, opciones de trabajo remoto y horarios de trabajo razonables.
4. Ofrecer Programas de Bienestar: Implementar programas de salud y bienestar, que incluyan ejercicios físicos, técnicas de manejo del estrés y recursos para una vida saludable, puede mejorar significativamente el bienestar general de los empleados.
5. Evaluar y ajustar la carga de trabajo: Garantizar la viabilidad y el realismo de las tareas es esencial. Esto conlleva la evaluación regular de las cargas laborales y, cuando sea necesario, la redistribución del trabajo entre el personal.
6. Mejorar la calidad del sueño: Fomentar hábitos de sueño saludables y proporcionar educación sobre la importancia del sueño puede ayudarnos a mejorar la calidad de nuestro descanso.
7. Capacitación en manejo del estrés: Ofrecer capacitación sobre técnicas de manejo del estrés puede equiparnos con las herramientas necesarias para enfrentar y reducir el estrés en el trabajo.

Conclusión

La fatiga laboral es un desafío complejo y multifactorial que exige atención y acción tanto del personal como de las organizaciones. Identificar las señales de alerta y adoptar medidas preventivas puede fomentar un entorno laboral más saludable, productivo y sostenible.

Las entidades empleadoras tienen la responsabilidad de crear un ambiente que apoye el bienestar de su plantilla, mientras que cada integrante del equipo debe ser consciente de sus límites y cuidar de su salud. Mediante la colaboración, es posible mitigar los efectos de la fatiga laboral y promover una cultura que valore y priorice el bienestar colectivo.

Mónica Bascuñana
Psicóloga del HUB 24/7 de Affor Health